Only love can hurt like this
Porta 4, 1 de febrero de 2019
Only love can hurt like this de la compañía Afflictus, escrita, dirigida e interpretada por Èric Pons y Anna Torrella es una obra de teatro que me ha sorprendido. La vi en el teatro Porta 4 el viernes 1 de febrero sin saber nada de lo que vería. Suelo ir al cine y al teatro procurando saber lo mínimo indispensable, prefiero que me sorprendan, y esta obra lo ha hecho muy positivamente.
Si bien estaba claro que la obra tendría como tema central el amor, no tuve expectativas sobre cómo sería abordado el tema. Tal vez mis prejuicios sobre los adolescentes y veinteañeros me había hecho pensar que el amor se vive de una manera menos intensa o light en gente de esas edad en el mundo tan de prisa, de móviles, apps y realidad virtual, en el que vivimos. Pensaba que ya no se hacían tantas preguntas y que el miedo al amor no correspondido los empujaba a conformarse con relaciones insulsas, pasajeras o solo de amistad.
Anna Torrella y Èric Pons protagonizan esta historia de amor, o digamos, este proceso previo al amor, este tramo de incertidumbre que descoloca a cualquiera que lo transite. Emociona ver a estos jóvenes tan entregados y entusiastas, que no gratuitamente fueron premiados por la calidad de sus interpretaciones en la vigésimo tercerca edición de La Muestra de Teatro de Barcelona.
En esta producción teatral se respira un trabajo innovador, arriesgado, pero sobre todo, hecho con cariño. Notable me pareció su despliegue en escena. Actúan, tocan al guitarra, cantan, bailan y todo con recursos audiovisuales innovadores que acompañan y arman bien este nuevo formato teatral. Es de admirar la valentía, el talento y ¿por qué no?, el atrevimiento de amar a a través del teatro.
Esta obra fresca y juvenil me ha hecho pensar en que aún hay temas humanos que mantienen su importancia invariable en el tiempo. El amor es una de ellas. La desorientación, la confusión, la disyunción entre lo que te empuja a hacer el corazón y lo que te frena la razón siguen vigentes y me alegra. En un mundo de aparatos que hacen las cosas por ti, de algoritmos que deciden tus preferencias, de neurociencias que definen tu futuro, es esperanzador saber que todavía nos queda el amor como elección humana. Aún tenemos esta libertad con todo y lo doloroso que pueda ser. Vivir es esto al fin y al cabo, amar, aunque se tenga miedo.
Angelita Balcázar
@gelybr4
